Mi tercer trabajo de fotografía era sobre el retrato, y yo tuve claro que ella sería mi modelo, mas que nada, ya que como fotógrafa no destaco, al menos tenía la seguridad de que la foto sería bonita solo con la aparición de la peque. Y que queréis que os diga, que mi chica lo dio todo en la sesión, que se portó superbien y me regaló a mi, a su mamá y su papá y a mi señor esposo un festival de gestos, sonrisas preciosas y esos ojazos que nos tienen a todos loquitos. Ya ha pasado un mes desde la foto y si os digo la verdad ha cambiado un montón, porque mi chica necesitaba las papillas y mandar el bibe de leche bien lejos (que porque no sabe sacar el dedo sino) y ha sido empezar a comerlas y ha crecido un montón. Como dijo el otro día su mamá, ya no tenemos bebé y es que ya tiene seis meses. ¡En fin!, como no quiero seguir babeando y babeando, que no tengo el cubo y para el teclado va fatal, aquí os dejo con una de las que mandé a mi profe. Esta vez no espero que os guste, porque se que os va a gustar, y diiréis miralá que chulita. Pues no, es que no os vais a fijar en temas técnicos porque la peque os va a cautivar tanto que no vais a ver nada mas. Creedme. Un saludín y buen día.
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